No hay que aplastarlas, sólo hacer los pequeños montones con una cucharilla de postre y dejarlas bien espaciadas para que no se junten al hornearlas porque ellas mismas bajan con el calor.
Respecto al tiempo de cocción es según la potencia de cada horno pero yo tomo como referencia para saber cuando debo sacarlas los bordes de la pasta, en cuando los veo mas dorados que el resto de la galleta están listas, a veces por el centro están más blandas pero no os preocupeis que endurecen al enfriar.
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Es muy fácil hoy día adaptar a intolerancias alimenticias cualquier receta, sólo debemos cambiar el ingrediente que nos hace daño por otro alternativo , por ejemplo y en el caso de los celiacos utilizaríamos harina de arroz, de maiz o mezclas panificadoras que las podemos encontrar en cualquier supermercado. Lo mismo si es la lactosa el problema , supliríamos por leche sin lactosa o cualquier otro preparado vegetal ( soja, almendra, arroz, avena...).
Y si el problema son las kcalorias la alternativa son los productos desnatados , light y edulcorantes.
Quizás notemos alguna diferencia de hacerlo con los ingredientes originales pero no tendremos que privarnos disfrutar de los postres.
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